ENTREVISTA A IRVIN YALOM – Mayo de 2000
CULTURAL
VOLANTA
Irvin Yalom
TITULO
El éxito de un escritor psi
Por Daniela Spósito
Este escritor-terapeuta ha sabido convertir en una exitosa operación comercial el desplazamiento de la escena privada del consultorio a la escena pública de la literatura. Pero, a pesar de su impresionante éxito editorial (sus últimos cuatro libros han sido best-seller en distintos países), nunca se ha tentado por dejar su actividad como psicoterapeuta para dedicarse sólo a la escritura. Irvin D. Yalom comenzó a incursionar en el territorio de la ficción narrando situaciones reales ocurridas, entre él y sus pacientes, en su consultorio. “Trato de usar experiencias de personas que atendí hace diez años o más, para proteger su intimidad”, explica este psicoterapeuta existencial que acaba de visitar Córdoba para presentar su última obra: Terapia a dos voces (Editorial Emecé). En este libro Yalom cuenta los pormenores del tratamiento con una ex-paciente, a través de tres voces(a pesar de su título y, a propósito, son significativos los errores de edición). Confluyen, entonces, los relatos de la paciente (como no puede abonar su tratamiento, Yalom le propone que pague escribiendo el diario íntimo de las sesiones); el novio de ésta(integrado, en un momento, a la terapia) y el del terapeuta, quienes registran, por separado, sus impresiones de cada sesión.
De los textos de Yalom puede decirse aquello que Borges observaba acerca de la historia de Emma Zunz: se imponen porque “verdadero era el tono(...), verdadero el pudor, verdadero el odio (...); sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios”. Ficcionales pero probables, así son los personajes construidos por la pluma de este escritor, cuyo rostro, constituye su más acabada producción: parece el mismísimo Freud salido de un retrato. Con el gesto enigmatico de interrogar el mundo oculto de las subjetividades ajenas, Yalom hace uso de la práctica psicoterapéutica y de ciertas técnicas que conminan a confesar la intimidad por escrito, para incitar a los otros a decir la “verdad” sobre sí mismos.
El discurso testimonial, ubicado en una frontera con los géneros epistolar, confesional y autobiográfico, genera un fuerte efecto de desficcionalización sobre estos relatos, en los que aparece, como caución de realidad, la fecha de las sesiones, el nombre de Yalom y el seudónimo de los pacientes. La escritura sobre lo sucedido en el ritual de confidencias del diván es concebida como una herramienta, tanto terapéutica, como prescriptiva y propedéutica. El dispositivo utilizado aquí por Yalom insta a la revelación de los propios secretos -incluidos, ante nada, los sexuales- frente un tercero que analiza y amaestra y, consecutivamente, frente al gran público lector. Una maquina indagatoria que promete -si nada se le oculta- la cura que implica, en este caso, el logro de una identidad con sentido.
En la línea de Víctor Frankl, para Yalom, el anatema del vacío existencial es concebido como la matriz de todos los problemas psicológicos. Sus novelas, -desarrolladas en el escenario de la clase media estadounidense-, problematizan temas como la transferencia analítica, la ética de los terapeutas, la confidencialidad de lo tratado en las sesiones y los problemas que enfrenta el psicoanálisis frente a las terapias breves y alternativas.
La saga de Yalom promete a sus lectores una dosis de “esclarecimiento”. Así lo define él mismo quien, entrevistado por La Voz del Interior, asegura que sus textos “están escritos para dejar una enseñanza”. Y anuncia que, además de estar bosquejando una novela sobre Schopenhauer, está escribiendo, en este momento, un libro que no es de ficción: “Algo así como ochenta consejos para terapeutas”. Este terapeuta-escritor ha sabido convertir, también, en una exitosa operación comercial el desplazamiento desde la escena pública de la literatura a la escena privada de su propio consultorio, seguramente más concurrido a partir de sus éxitos editoriales.
NOTICIA
Psiquiatra existencialista y profesor de psiquiatría de la Universidad de Standford y de la Universidad de California. Además de su obra de ficción, Irvin D.Yalom ha escrito varios libros de texto sobre psicoterapia.
Sus cuatro libros anteriores, publicados a razón de uno por año, han resultado best-seller. El día que Nietzsche lloró, de 1995, lleva ya doce ediciones publicadas. Desde el diván, Verdugo del amor y Mamá y el sentido de la vida también han sido reeditados. Algunas de sus novelas describen situaciones terapéuticas de pensadores históricos en un registro de ficción. Otras, son recreaciones de las sesiones que él ha mantenido con sus pacientes en su consultorio como psicoterapeuta. Yalom considera que sus novelas son una forma de protesta frente a la psiquiatría actual que “cada vez utiliza más medicación y casi nada de psicoterapia”.
CULTURAL
VOLANTA
Irvin Yalom
TITULO
El éxito de un escritor psi
Por Daniela Spósito
Este escritor-terapeuta ha sabido convertir en una exitosa operación comercial el desplazamiento de la escena privada del consultorio a la escena pública de la literatura. Pero, a pesar de su impresionante éxito editorial (sus últimos cuatro libros han sido best-seller en distintos países), nunca se ha tentado por dejar su actividad como psicoterapeuta para dedicarse sólo a la escritura. Irvin D. Yalom comenzó a incursionar en el territorio de la ficción narrando situaciones reales ocurridas, entre él y sus pacientes, en su consultorio. “Trato de usar experiencias de personas que atendí hace diez años o más, para proteger su intimidad”, explica este psicoterapeuta existencial que acaba de visitar Córdoba para presentar su última obra: Terapia a dos voces (Editorial Emecé). En este libro Yalom cuenta los pormenores del tratamiento con una ex-paciente, a través de tres voces(a pesar de su título y, a propósito, son significativos los errores de edición). Confluyen, entonces, los relatos de la paciente (como no puede abonar su tratamiento, Yalom le propone que pague escribiendo el diario íntimo de las sesiones); el novio de ésta(integrado, en un momento, a la terapia) y el del terapeuta, quienes registran, por separado, sus impresiones de cada sesión.
De los textos de Yalom puede decirse aquello que Borges observaba acerca de la historia de Emma Zunz: se imponen porque “verdadero era el tono(...), verdadero el pudor, verdadero el odio (...); sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios”. Ficcionales pero probables, así son los personajes construidos por la pluma de este escritor, cuyo rostro, constituye su más acabada producción: parece el mismísimo Freud salido de un retrato. Con el gesto enigmatico de interrogar el mundo oculto de las subjetividades ajenas, Yalom hace uso de la práctica psicoterapéutica y de ciertas técnicas que conminan a confesar la intimidad por escrito, para incitar a los otros a decir la “verdad” sobre sí mismos.
El discurso testimonial, ubicado en una frontera con los géneros epistolar, confesional y autobiográfico, genera un fuerte efecto de desficcionalización sobre estos relatos, en los que aparece, como caución de realidad, la fecha de las sesiones, el nombre de Yalom y el seudónimo de los pacientes. La escritura sobre lo sucedido en el ritual de confidencias del diván es concebida como una herramienta, tanto terapéutica, como prescriptiva y propedéutica. El dispositivo utilizado aquí por Yalom insta a la revelación de los propios secretos -incluidos, ante nada, los sexuales- frente un tercero que analiza y amaestra y, consecutivamente, frente al gran público lector. Una maquina indagatoria que promete -si nada se le oculta- la cura que implica, en este caso, el logro de una identidad con sentido.
En la línea de Víctor Frankl, para Yalom, el anatema del vacío existencial es concebido como la matriz de todos los problemas psicológicos. Sus novelas, -desarrolladas en el escenario de la clase media estadounidense-, problematizan temas como la transferencia analítica, la ética de los terapeutas, la confidencialidad de lo tratado en las sesiones y los problemas que enfrenta el psicoanálisis frente a las terapias breves y alternativas.
La saga de Yalom promete a sus lectores una dosis de “esclarecimiento”. Así lo define él mismo quien, entrevistado por La Voz del Interior, asegura que sus textos “están escritos para dejar una enseñanza”. Y anuncia que, además de estar bosquejando una novela sobre Schopenhauer, está escribiendo, en este momento, un libro que no es de ficción: “Algo así como ochenta consejos para terapeutas”. Este terapeuta-escritor ha sabido convertir, también, en una exitosa operación comercial el desplazamiento desde la escena pública de la literatura a la escena privada de su propio consultorio, seguramente más concurrido a partir de sus éxitos editoriales.
NOTICIA
Psiquiatra existencialista y profesor de psiquiatría de la Universidad de Standford y de la Universidad de California. Además de su obra de ficción, Irvin D.Yalom ha escrito varios libros de texto sobre psicoterapia.
Sus cuatro libros anteriores, publicados a razón de uno por año, han resultado best-seller. El día que Nietzsche lloró, de 1995, lleva ya doce ediciones publicadas. Desde el diván, Verdugo del amor y Mamá y el sentido de la vida también han sido reeditados. Algunas de sus novelas describen situaciones terapéuticas de pensadores históricos en un registro de ficción. Otras, son recreaciones de las sesiones que él ha mantenido con sus pacientes en su consultorio como psicoterapeuta. Yalom considera que sus novelas son una forma de protesta frente a la psiquiatría actual que “cada vez utiliza más medicación y casi nada de psicoterapia”.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home