SUPLEMENTO TEMAS - La Voz del Interior
VOLANTA
Regulación jurídica de Internet
TITULO
La ciberjusticia
SUMARIO
De visita por Córdoba, los especialistas en Internet Guy Drout y Alain Stern, invitados por la Embajada de Francia y la Alianza Francesa, plantearon los principales problemas jurídicos y éticos que conlleva el uso de Internet. La necesidad acerca de regular la utilización de Internet, sobre la cual existe actualmente un vacío legal, a la vez que buscar una nueva ética, es un problema en torno de cuyos intereses dirimen hoy, no sólo los internautas, sino las grandes empresas y gobiernos nacionales de todo el mundo.
Por Daniela Spósito
-¿Cuáles son los avances en relación a la regulación de Internet ?
G.D. : Ante el vacío jurídico que existe en esta materia, en París se realizó, a fines del año pasado, una Cumbre para pensar la regulación de Internet por parte de los Estados nacionales. Si bien Internet se define como un espacio de libertad, la mayoría de los países encuentran necesaria una regulación para fijar grandes orientaciones políticas a esta actividad. Hablo de regulación, no de reglamentación. Una regulación permite que la gente actúe libremente en el marco de ciertos límites predefinidos. Estas actividades sirven para rectificar mecanismos. Pero sabemos que los límites que hoy se plantean, sobre una tecnología que está en evolución constante, mañana pueden quedar obsoletos. Antes se habían realizado regionales entre los países de Asia, de Africa del Sur, y las redes mediterránea y europea de 1999. Este año, se realizará una reunión en Bamako. Todas reuniones para pensar una forma de corregulación internacional.
-¿Por qué se necesita una corregulación?
G.D. : El principio de corregulación no es ni una regulación por el poder público ni por el poder privado, no se trata de una regulación unilateral por parte de un estado, ni tampoco de una autorregulación por parte de los usuarios. Se supone que tiene que haber un acuerdo internacional para regular, porque Internet no conoce fronteras. La corregulación supone un entendimiento entre Estados, operadores y usuarios, de manera de encontrar un amplio consenso para definir los límites de esta regulación. Para que la ley sea eficaz, tiene que ser firmada por todos los países. Cada Estado podría poner reservas y establecer sus propias reglas, con la prerrogativa de que éstas tienen que estar de acuerdo con las internacionales.
- ¿Cuál es la posición de Francia?
G.D. : En Francia se está desarrollando un proyecto de Ley reguladora de Internet -la primera en esta materia-, por iniciativa del Primer Ministro. En los Estados Unidos también existen inciativas en este sentido, pero los norteamericanos, a diferencia del bloque europeo que pone el acento en las libertades humanas del ciudadano, parten de la libertad de comercio. Se creó el Comité interministerial para la sociedad de información, conformado por el Primer Ministro y los Ministros de Justicia, Cultura y Comunicación y Telecomunicaciones. Esta es una importante instancia de decisión que permite, por ejemplo, la consulta pública on line sobre el sitio del Primer Ministro. También hay una Comisión interministerial de mantenimiento técnico que acaba de alivianar el proceso de creación de empresas, que se puede hacer ahora on line vía Internet.
La Cumbre de París se refiere también a un aspecto económico, que tiene que ver con el desarrollo equilibrado de Internet. Hoy existe un desnivel importante: la mayoría de las personas conectadas se registran en los Estados Unidos. Sobre la totalidad de los conectados en el planeta, un 42 % es de dicho país. Frente a esta desigualdad norte/sur, la Unesco está preocupada por proponer un desarrollo más igualitario, sobre todo, porque Internet es entendida como un medio de distribución de saberes y, por lo tanto, una fuente importante de riquezas. También hay un proyecto, adoptado el año pasado por el gobierno francés: la Sociedad de información. Han aparecido sitios con contenidos que no son lícitos por ley, por ejemplo, de pedofilia, prostitución, sitios racistas... es un fenómeno planetario. Hoy el servidor Yahoo, el segundo en el sistema norteamericano, está ganando páginas nazis a través de las cuales se pueden comprar objetos nazis. Cuando Francia descubrió ésto, la Liga interna contra el racismo y el antisemitismo, quiso hacer una querella contra Yahoo. Pero como el sitio es norteamericano, la querella debía ser llevada a un tribunal de dicho país. En Norteamérica la libertad de expresión es bastante amplia y la jurisprudencia, en materia de medios, es muy liberal. El propietario de ese sitio invocó la primera corrección de la Constitución de los Estados Unidos, en la que se establece la libertad de expresión. Creemos que la Corte Suprema va a fallar diciendo que en USA hay libertad de expresión, por lo que el sitio de Yahoo va a poder permanecer.
-¿Cómo se resguarda la privacidad en este nuevo espacio sin fronteras?
G.D. : Entre los proyectos que hay actualmente en discusión en la cumbre de París, hay uno que concierne específicamente a la protección de datos personales: información que tenga que ver con las opiniones políticas de las personas, su filosofía, su pertenencia religiosa, sindical, étnica... Todo tipo de recolección de datos de este tipo se va a convertir en ilegal, lo cual no quiere decir que ésto se vaya a respetar. Si bien la Constitución Nacional francesa, que protege el derecho a la privacidad, no tiene injerencia sobre la regulación de Internet, la Declaración de Derechos Humanos de 1789, forma parte de los derechos actuales de los habitantes de ese país. El artículo 11 de la Declaración de 1789 proclama la libertad de comunicación. La jurisprudencia del Consejo Constitucional, que es el organismo que se encarga del respeto de la Constitución, extendió este principio de libertad que estaba previsto, en un primer momento a los medios gráficos, a los medios electrónicos como la radio y la televisión. Pero todavía no hay decisiones con respecto a Internet.
CUADRO
“Poner límites a la realidad”
En el nacimiento de las ciudades, en la Grecia del siglo V, el espacio fundamental en el que se constituye el escenario de la democracia naciente es el ágora, el teatro representativo en el que se dirimen los problemas públicos. En el ciberespacio virtual del siglo XXI, ¿podremos seguir hablando de democracia representativa? ¿Cómo se están redefiniendo los límites entre lo privado y lo público? Al respecto, Guy Drout responde:
“Marshall Mac Luhan, el profeta de Toronto, escribió en los 70’s que la historia del hombre se puede dividir coincidiendo con la evolución de los medios de comunicación masiva. En una fase de la humanidad, se comenzaron a utilizar los escritos para los intercambios. Entonces, lo escrito modeló todos los comportamientos de la vida y las modalidades de los intercambios. El espacio democrático, ahí, coincidía con el del ágora clásico. Este autor agrega que, con la llegada de los medios electrónicos, entramos en una nueva era. Si tenemos en cuenta el nivel planetario que alcanzan las actuales comunicaciones masivas, podemos decir que estamos frente a un ágora planetaria, la famosa aldea global, la humanidad formando parte de un mismo sistema estructurado sobre la comunicación electrónica. Con lo electrónico, las fronteras entre lo público y lo privado tienden a confundirse cada vez más. Es posible que en el futuro, tengamos cibertribunales, los jueces por un lado, el inculpado o acusado en su prisión, filmado por una cámara y, desde su casa, el jurado. Los debates serían vía Internet. Se modificaría, evidentemente, el campo teatral tradicional de la escena jurídica y política. “Pero si las reglas de procedimiento se siguen respetando, la democracia va a ser salvaguardada. Lo que está en peligro no es la democracia, sino el costado humano del procedimiento. La vida pública avanza sobre la vida privada, como ha pasado con el teléfono celular, que ha hecho que la intimidad haya desaparecido. Otro ejemplo: hay parejas que han instalado en su casa una cámara de Internet y todo el mundo puede ir a ese sitio y ver lo que hacen en la intimidad de su casa. La ley ha perdido un poco su sentido en estos casos, en los que todos tenemos permiso para hacer esto. “Antes, tanto el exhibicionismo como el voyeurismo, solían estar dentro de las posibilidades de lo imaginario. Hoy, que lo virtual es lo real y lo real, lo virtual, no se tiene conciencia de si se ha cometido o no un hecho desviado de la norma general. Estamos asistiendo a una revolución de las costumbres. Lo importante de una ley es que permitirá volver a poner los límites de la realidad en un territorio que, hoy, parece dominado por lo imaginario.”
CUADRO
El lacre del siglo XXI
Se acaba de votar, en Francia, la ley de la firma electrónica, con el objeto de adaptar el derecho de la prueba a las nuevas tecnologías de la comunicación. Los intercambios comerciales que hoy se realizan por Internet, hacen necesario modificar los hábitos jurídicos, sobre todo, tomar en cuenta las pruebas no materiales. Resulta un poco paradójico, ya que siempre se ha relacionado la prueba con algo material. Pero desde ahora, lo inmaterial va a servir como prueba. Hasta hoy, para iniciar una querella, había que presentarse ante un juez. Con la evolución de la ciberjusticia, ésto se podrá hacer vía Internet. Esta ley también va a implementar una reglamentación de acuerdo al Consejo de Estado Francés y a la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Comercio Internacional con la Unión Europea.
“La firma electrónica se convertirá en el lacre del Siglo XXI”, arriesga Alain Stern. Todavía no se sabe cómo se va a implementar, si a través de un código, de una impresión digital del dedo que se podrá apoyar sobre un periférico adosado o, incluso, con la huella que deja la mirada, acercando los ojos a un identificador, mediante un elemento sensible que toma una foto del iris, el cual funciona a manera de código secreto. “Igual que sucede con las huellas digitales, no hay dos iris que se parezcan”, explica Stern. El aparato deberá reconocer el iris de la persona para que la firma sea válida.
Toda la precisión que conlleva esta maravilla tecnológica, no obstante, tendrá -y mal que les pese a los investigadores-, alguna fisura en su sistema. Alguna falla cuyo descubrimiento, seguramente, estimulará el ingenio de crackers y hackers. Los entendidos, ya están resignados de antemano: “De todas maneras sabemos que siempre habrá falsificadores que, así como lo hacen con la firma, tratarán de falsificar una mirada”, reconoce Stern.
Noticia
Alan Stern es experto en problemáticas sociales y miembro del Comité Técnico Radiofónico de las regiones Provenza-Alpes-Costa Azul y Córcega. Guy Drout es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Aix-en-Provence (Derecho de los Medios) y del Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence, del cual es Director de la sección Información-Comunicación. Es autor de artículos de Derecho de la Información y de la Comunicación, de Derecho Civil y de Ciencias Políticas, así como de algunos libros sobre la relación entre la problemática audiovisual y el derecho.
VOLANTA
Regulación jurídica de Internet
TITULO
La ciberjusticia
SUMARIO
De visita por Córdoba, los especialistas en Internet Guy Drout y Alain Stern, invitados por la Embajada de Francia y la Alianza Francesa, plantearon los principales problemas jurídicos y éticos que conlleva el uso de Internet. La necesidad acerca de regular la utilización de Internet, sobre la cual existe actualmente un vacío legal, a la vez que buscar una nueva ética, es un problema en torno de cuyos intereses dirimen hoy, no sólo los internautas, sino las grandes empresas y gobiernos nacionales de todo el mundo.
Por Daniela Spósito
-¿Cuáles son los avances en relación a la regulación de Internet ?
G.D. : Ante el vacío jurídico que existe en esta materia, en París se realizó, a fines del año pasado, una Cumbre para pensar la regulación de Internet por parte de los Estados nacionales. Si bien Internet se define como un espacio de libertad, la mayoría de los países encuentran necesaria una regulación para fijar grandes orientaciones políticas a esta actividad. Hablo de regulación, no de reglamentación. Una regulación permite que la gente actúe libremente en el marco de ciertos límites predefinidos. Estas actividades sirven para rectificar mecanismos. Pero sabemos que los límites que hoy se plantean, sobre una tecnología que está en evolución constante, mañana pueden quedar obsoletos. Antes se habían realizado regionales entre los países de Asia, de Africa del Sur, y las redes mediterránea y europea de 1999. Este año, se realizará una reunión en Bamako. Todas reuniones para pensar una forma de corregulación internacional.
-¿Por qué se necesita una corregulación?
G.D. : El principio de corregulación no es ni una regulación por el poder público ni por el poder privado, no se trata de una regulación unilateral por parte de un estado, ni tampoco de una autorregulación por parte de los usuarios. Se supone que tiene que haber un acuerdo internacional para regular, porque Internet no conoce fronteras. La corregulación supone un entendimiento entre Estados, operadores y usuarios, de manera de encontrar un amplio consenso para definir los límites de esta regulación. Para que la ley sea eficaz, tiene que ser firmada por todos los países. Cada Estado podría poner reservas y establecer sus propias reglas, con la prerrogativa de que éstas tienen que estar de acuerdo con las internacionales.
- ¿Cuál es la posición de Francia?
G.D. : En Francia se está desarrollando un proyecto de Ley reguladora de Internet -la primera en esta materia-, por iniciativa del Primer Ministro. En los Estados Unidos también existen inciativas en este sentido, pero los norteamericanos, a diferencia del bloque europeo que pone el acento en las libertades humanas del ciudadano, parten de la libertad de comercio. Se creó el Comité interministerial para la sociedad de información, conformado por el Primer Ministro y los Ministros de Justicia, Cultura y Comunicación y Telecomunicaciones. Esta es una importante instancia de decisión que permite, por ejemplo, la consulta pública on line sobre el sitio del Primer Ministro. También hay una Comisión interministerial de mantenimiento técnico que acaba de alivianar el proceso de creación de empresas, que se puede hacer ahora on line vía Internet.
La Cumbre de París se refiere también a un aspecto económico, que tiene que ver con el desarrollo equilibrado de Internet. Hoy existe un desnivel importante: la mayoría de las personas conectadas se registran en los Estados Unidos. Sobre la totalidad de los conectados en el planeta, un 42 % es de dicho país. Frente a esta desigualdad norte/sur, la Unesco está preocupada por proponer un desarrollo más igualitario, sobre todo, porque Internet es entendida como un medio de distribución de saberes y, por lo tanto, una fuente importante de riquezas. También hay un proyecto, adoptado el año pasado por el gobierno francés: la Sociedad de información. Han aparecido sitios con contenidos que no son lícitos por ley, por ejemplo, de pedofilia, prostitución, sitios racistas... es un fenómeno planetario. Hoy el servidor Yahoo, el segundo en el sistema norteamericano, está ganando páginas nazis a través de las cuales se pueden comprar objetos nazis. Cuando Francia descubrió ésto, la Liga interna contra el racismo y el antisemitismo, quiso hacer una querella contra Yahoo. Pero como el sitio es norteamericano, la querella debía ser llevada a un tribunal de dicho país. En Norteamérica la libertad de expresión es bastante amplia y la jurisprudencia, en materia de medios, es muy liberal. El propietario de ese sitio invocó la primera corrección de la Constitución de los Estados Unidos, en la que se establece la libertad de expresión. Creemos que la Corte Suprema va a fallar diciendo que en USA hay libertad de expresión, por lo que el sitio de Yahoo va a poder permanecer.
-¿Cómo se resguarda la privacidad en este nuevo espacio sin fronteras?
G.D. : Entre los proyectos que hay actualmente en discusión en la cumbre de París, hay uno que concierne específicamente a la protección de datos personales: información que tenga que ver con las opiniones políticas de las personas, su filosofía, su pertenencia religiosa, sindical, étnica... Todo tipo de recolección de datos de este tipo se va a convertir en ilegal, lo cual no quiere decir que ésto se vaya a respetar. Si bien la Constitución Nacional francesa, que protege el derecho a la privacidad, no tiene injerencia sobre la regulación de Internet, la Declaración de Derechos Humanos de 1789, forma parte de los derechos actuales de los habitantes de ese país. El artículo 11 de la Declaración de 1789 proclama la libertad de comunicación. La jurisprudencia del Consejo Constitucional, que es el organismo que se encarga del respeto de la Constitución, extendió este principio de libertad que estaba previsto, en un primer momento a los medios gráficos, a los medios electrónicos como la radio y la televisión. Pero todavía no hay decisiones con respecto a Internet.
CUADRO
“Poner límites a la realidad”
En el nacimiento de las ciudades, en la Grecia del siglo V, el espacio fundamental en el que se constituye el escenario de la democracia naciente es el ágora, el teatro representativo en el que se dirimen los problemas públicos. En el ciberespacio virtual del siglo XXI, ¿podremos seguir hablando de democracia representativa? ¿Cómo se están redefiniendo los límites entre lo privado y lo público? Al respecto, Guy Drout responde:
“Marshall Mac Luhan, el profeta de Toronto, escribió en los 70’s que la historia del hombre se puede dividir coincidiendo con la evolución de los medios de comunicación masiva. En una fase de la humanidad, se comenzaron a utilizar los escritos para los intercambios. Entonces, lo escrito modeló todos los comportamientos de la vida y las modalidades de los intercambios. El espacio democrático, ahí, coincidía con el del ágora clásico. Este autor agrega que, con la llegada de los medios electrónicos, entramos en una nueva era. Si tenemos en cuenta el nivel planetario que alcanzan las actuales comunicaciones masivas, podemos decir que estamos frente a un ágora planetaria, la famosa aldea global, la humanidad formando parte de un mismo sistema estructurado sobre la comunicación electrónica. Con lo electrónico, las fronteras entre lo público y lo privado tienden a confundirse cada vez más. Es posible que en el futuro, tengamos cibertribunales, los jueces por un lado, el inculpado o acusado en su prisión, filmado por una cámara y, desde su casa, el jurado. Los debates serían vía Internet. Se modificaría, evidentemente, el campo teatral tradicional de la escena jurídica y política. “Pero si las reglas de procedimiento se siguen respetando, la democracia va a ser salvaguardada. Lo que está en peligro no es la democracia, sino el costado humano del procedimiento. La vida pública avanza sobre la vida privada, como ha pasado con el teléfono celular, que ha hecho que la intimidad haya desaparecido. Otro ejemplo: hay parejas que han instalado en su casa una cámara de Internet y todo el mundo puede ir a ese sitio y ver lo que hacen en la intimidad de su casa. La ley ha perdido un poco su sentido en estos casos, en los que todos tenemos permiso para hacer esto. “Antes, tanto el exhibicionismo como el voyeurismo, solían estar dentro de las posibilidades de lo imaginario. Hoy, que lo virtual es lo real y lo real, lo virtual, no se tiene conciencia de si se ha cometido o no un hecho desviado de la norma general. Estamos asistiendo a una revolución de las costumbres. Lo importante de una ley es que permitirá volver a poner los límites de la realidad en un territorio que, hoy, parece dominado por lo imaginario.”
CUADRO
El lacre del siglo XXI
Se acaba de votar, en Francia, la ley de la firma electrónica, con el objeto de adaptar el derecho de la prueba a las nuevas tecnologías de la comunicación. Los intercambios comerciales que hoy se realizan por Internet, hacen necesario modificar los hábitos jurídicos, sobre todo, tomar en cuenta las pruebas no materiales. Resulta un poco paradójico, ya que siempre se ha relacionado la prueba con algo material. Pero desde ahora, lo inmaterial va a servir como prueba. Hasta hoy, para iniciar una querella, había que presentarse ante un juez. Con la evolución de la ciberjusticia, ésto se podrá hacer vía Internet. Esta ley también va a implementar una reglamentación de acuerdo al Consejo de Estado Francés y a la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Comercio Internacional con la Unión Europea.
“La firma electrónica se convertirá en el lacre del Siglo XXI”, arriesga Alain Stern. Todavía no se sabe cómo se va a implementar, si a través de un código, de una impresión digital del dedo que se podrá apoyar sobre un periférico adosado o, incluso, con la huella que deja la mirada, acercando los ojos a un identificador, mediante un elemento sensible que toma una foto del iris, el cual funciona a manera de código secreto. “Igual que sucede con las huellas digitales, no hay dos iris que se parezcan”, explica Stern. El aparato deberá reconocer el iris de la persona para que la firma sea válida.
Toda la precisión que conlleva esta maravilla tecnológica, no obstante, tendrá -y mal que les pese a los investigadores-, alguna fisura en su sistema. Alguna falla cuyo descubrimiento, seguramente, estimulará el ingenio de crackers y hackers. Los entendidos, ya están resignados de antemano: “De todas maneras sabemos que siempre habrá falsificadores que, así como lo hacen con la firma, tratarán de falsificar una mirada”, reconoce Stern.
Noticia
Alan Stern es experto en problemáticas sociales y miembro del Comité Técnico Radiofónico de las regiones Provenza-Alpes-Costa Azul y Córcega. Guy Drout es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Aix-en-Provence (Derecho de los Medios) y del Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence, del cual es Director de la sección Información-Comunicación. Es autor de artículos de Derecho de la Información y de la Comunicación, de Derecho Civil y de Ciencias Políticas, así como de algunos libros sobre la relación entre la problemática audiovisual y el derecho.
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